La familia Camposano estableció su destiladora en el pintoresco pueblo de Tulahuén, situado al pie de la majestuosa cordillera de Los Andes. Este pequeño pueblo, ubicado a más de 1.000 metros sobre el nivel del mar, se destaca por regar sus viñedos con las cristalinas y frías aguas que descienden directamente de la Cordillera de los Andes.